lørdag 31. mars 2012

Yo alucino


Foto:  http://expresate-javier.blogspot.com/2011/05/no-hay-pan.html   
Hacía tiempo que había parado este blogg. En parte, porque con la que está cayendo en España, alguien podía casi sentirse molesto porque viniese alguien desde Noruega pontificando; en parte, porque después del resultado del 20-N, porque estaba bastante desencantado. Me he mordido la lengua (o más bien el teclado) en muchas ocasiones en estos meses: los palos a los estudiantes de Valencia, la reforma laboral, la demonización de las protestas, ... Pero ahora sí que no me aguanto más: para mí, lo de la amnistía fiscal es la gota que colma el vaso. Yo alucino con el gobierno de Rajoy.
Me parece increíble que se haga una ley para ayudar al chorizo, al corrupto, al traficante, al defraudador. En lo que respecta a la perspectiva política del PP antes del 20-N, era como el valor en los antiguos soldados de reemplazo: se le suponía. Efectivamente, en sus años de oposición no habían hecho nada que permitiera valorarla; sólo atacar, nunca argumentar. Si la perspectiva política que tienen es la que demuestra esta ley, el único contenido es la caradura y la desfachatez (paradójico hablar de des-facha-tez refiriéndose al PP, pero esto queda para otra ocasión...).


¿Cómo puede, el mismo gobierno que ha fundamentado las condiciones laborales más brutales de los últimos decenios, que recorta en educación, en sanidad, en servicios sociales, que aumenta de un plumazo los precios del gas y la electricidad, apoyar de una forma a esta chusma deleznable? Sí, a la chusma deleznable, porque los que se van a beneficiar de esta amnistía son los que se han enriquecido sin contribuir al bien común (una paradoja más: utilizar la palabra amnistía para hablar de este arreglo mafioso me parece una adulteración del lenguaje...).


Cuando el gobierno del señor Rajoy dice que va a recaudar 2 500 millones de euros con esta medida, está esperando que salgan 25 mil millones en dinero negro. Beneficios del narcotráfico, de la corrupción, del contrabando de armas, de la especulación inmobiliaria, de los atracos de guante blanco (y alguno de guante negro también), se van a meter en la lavadora legal y, por un módico precio, van a salir limpios como la patena. Ahora Matas lo podrá dejar todo arreglado antes de entrar en la cárcel, Fabra se curará esa ludopatía galopante que le permitía ganar con frecuencia en la lotería, y hasta los trajes de Camps se van al volver de un blanco inmaculado... ¡Manda narices! Y, encima, quedarán como héroes, porque han salido de las madrigueras con su dinero robado a la sociedad... ¡Anda ya, hombre!


Una idea para el señor Rajoy. Noruega también decretó una amnistía fiscal hace un par de años. El objetivo era aflorar propiedades y acciones de los noruegos en el extranjero que no estaban registradas en el fisco. Pero explico como funciona aquí, y el lector podrá establecer las diferencias con la ley Rajoy. Digamos que yo he tenido una casa en España sin declarar desde el año 2000 (que nadie se asuste, esto es sólo una suposición...). Si el fisco me descubre, tengo que pagar los impuestos por los doce años, más una multa del 30 % del total; si me presento voluntario, pago los impuestos por los doce años y una multa del 1 % de los impuestos desde 2000 al 2006. La multa desde el 2007 al 2012 me la perdonan, por mi "buena voluntad". Pero los impuestos los pago, faltaría más... Así se entienden las amnistías fiscales en las democracias civilizadas.


Otra idea más para el señor Rajoy. No se conforme con el 10 %. Pero no recaude con una amnistía. Métale mano legal y judicial al 20 % de los chorizos que se van a beneficiar de su ley, fíjese lo poco que le pido. Así recauda usted el doble, 5 mil millones, y de camino quita de la circulación el 20 % de la chusma...

onsdag 16. november 2011

¡Dejad que las bolsas se derrumben!

Fuente: accioncontralaespeculacion.blogspot.com
En el periódico noruego Klassekampen, escribe hoy el profesor de economía Rune Skarstein un artículo que se titula "¡Dejad que las bolsas se hundan!". Tras ese título se esconde un fantástico análisis sobre la evolución de la crisis, de crisis financiera a crisis de deuda, sobre los ganadores y los perdedores y sobre por qué las soluciones que proponen la UE y el FMI ni han funcionado ni van a funcionar.
El artículo me ha parecido tan interesante para los lectores españoles que he dedicado un rato a traducirlo. Me ha parecido que pone muchas cuestiones en perspectiva y que apunta hacia las verdaderas razones de una crisis de sistema que nos intentan cargar "a los de siempre". Aquí os dejo la traducción:




¡Dejad que las bolsas se derrumben!

Del debate en los medios puede quedar la impresión de que con que Grecia e Italia retiren a sus nefastos políticos y lleven a cabo los recortes presupuestarios que les han recetado la UE y el Fondo Monetario Internacional, los “mercados” (¡como sujeto!) quedarán satisfechos y el problema de la deuda estatal despararecerá. ¡Qué fantasía! La crisis en el capitalismo occidental es el resultado de procesos internos de larga duración, no de "choques exógenos", que es la explicación estándar que dan los economistas neoclásicos. Y la crisis se muestra de diversas formas, que están estrechamente relacionadas entre sí.

Una cuestión importante es que los Estados Unidos desde 1976 han tenido déficits en la balanza comercial y, por tanto, una creciente deuda exterior. En 2009, la deuda exterior neta de los estados Unidos era de 8206 mil millones de dólares (el equivalente al 58 por ciento del PIB). Al mismo tiempo, China poseía obligaciones norteamericanas por mas de  800 mil millones de dolares. En octubre de 2011, la reserva de divisas china había crecido hasta los 3200 millones de dólares, principalmente en dólares. China se ha convertido con diferencia en el mayor acreedor de los Estados Unidos.

El déficit comercial de Estados Unidos se refleja especialmente en grandes déficits en el presupuesto federal, que se cubren a través de bonos del estado. A través de estas ventas se recircula hacia los Estados Unidos la cantidad de dólares que fluye hacia el exterior a causa del déficit comercial. La compra de bonos norteamericanos llegó a su cima en 2008, con 963 mil millones de dólares (equivalente 6,7 por ciento del PIB). Esta fantástica corriente de dólares tuvo como resultado un fuerte aumento de la liquidez en el sector financiero de los Estados Unidos, y fue un estímulo importante para el crecimiento de la refinanciación del crédito doméstico. Esto elevó la demanda de consumo en un periodo de estancamiento de los salarios reales. Los créditos se transformaron en derivados de crédito que fueron comprados por bancos y otras instituciones financieras de Estados Unidos y Europa. Este proceso llevó a una colosal acumulación de capital financiero que llevó a la crisis financiera internacional de 2007-2009.

Se afirma hoy que la crisis de deuda de los países europeos se debe a una “política financiera irresponsable” en un periodo prolongado. Con la excepción parcial de Grecia, esto no es verdad. La crisis de deuda estatal en la zona euro tiene dos causas: por un lado, los colosales paquetes estatales de ayuda al sector financiero; por otra parte, las diferencias en la evolución de la productividad y los costos en la zona euro. Si se mira la zona euro como una unidad, la balanza comercial está en equilibrio, y la deuda pública total es mucho menor, en porcentaje del PIB, que la de los Estados Unidos.

Pero el euro ha sido una mina de oro para Alemania. A través de una política salarial restrictiva en una situación de nivel alto de la productividad del trabajo, Alemania ha reforzado su competitividad en relación al resto de los países de la eurozona. Entre 2002-2008 subieron los gastos salariales medios por unidad producida sólo el 2,7 % en Alemania, contra el 26,2 % en Grecia, el 29,6 % en España y el 16,5 % en la eurozona en conjunto.

El superávit comercial de Alemania con la eurozona creció de los 63,8 miles de millones de euros en 2002 a los 139,9 miles de millones en 2009. Ese año, el superávit total de Alemania ascendió a 117,6 miles de millones de euros. Esto significa que el superávit con los países de la eurozona financió el déficit con otros países, especialmente Rusia y China. Este proceso trajo consigo que los países más “débiles” en las economías del euro tuvieron que asumir una deuda exterior creciente.

A través de los paquetes de ayuda a los bancos, se ha transferido la crisis desde el sector financiero privado al sector de los servicios públicos y a la clase trabajadora. Esto, combinado con una política financiera expansiva, para contrarrestar el paro, llevó a un crecimiento fortísimo de la deuda de los llamados “países PIIGS” (Portugal, Italia, Irlanda, Grecia y España –Spain, en inglés-[N. del T.]). Así se le dio al capital financiero una nueva fuente de beneficios: el economista alemán Walther Otremba ha calculado que los bancos, en los tres últimos años, han metido en caja 100 mil millones de euros a través de primas de riesgo pagadas por esos países. Esto equivale a una tercera parte de la deuda pública griega.

La Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional exige que los países PIIGS pongan en marcha fuertes recortes en los salarios, los gastos sociales y las pensiones, reduzcan el empleo público y privaticen propiedad pública para pagar la deuda. Esto es una exigencia de una política de deflación que va a llevar a una menor demanda y producción, un aumento del paro, ingresos fiscales más bajos, más pobreza y una creciente desesperación en la población. Pero esta política no elimina la sobreacumulación de capital financiero. Mientras el sector financiero siga protegido en su hipertrofia, y no se dé una amortización de activos financieros a través de una condonación de deuda (lo que llevará a una caída duradera de la bolsa), la crisis va a continuar.

onsdag 9. november 2011

¿Por qué voy a votar a Izquierda Unida?


Hoy sale por correo hacia España mi voto para las elecciones del 20-N. Nunca he estado tan convecido como en esta ocasión de que ese voto va a ir a Izquierda Unida. Hoy más que nunca, España necesita una alternativa de justicia, igualdad, evolución democrática y política verde. Y esa necesidad es hoy más evidente si cabe porque hay que responder a la dictadura de los mercados, ese puño que se ha cerrado sobre la garganta de los españoles y les hace cada vez más difícil respirar.

Vivimos unos tiempos en los que el capitalismo, en crisis, se quiere convertir en el dogma. Todo el sistema económico neoliberalista ha colapsado, pero, de todas formas, se empeña en mostrarse como una alternativa digna de dirigir nuestras vidas. ¡Tenemos que responder! Los trabajadores no tenemos la culpa de esa crisis, a pesar de lo que intenter meter en nuestras cabezas. El sistema capitalista se ha dinamitado a sí mismo, desde dentro, desde sus propias estructuras de “autoregulación y dejar hacer”. Los españoles tenemos que dar una respuesta democrática, desde las urnas, a esa obsesión que dice que somos nosotros, con nuestro querer vivir sobre nuestras posibilidades, nuestro deseo de un estado de bienestar sólido, nuestra lucha por los derechos sociales, los que hemos provocado la situación actual.

¿Por qué voto a Izquierda Unida? Podría desgranar aquí las ochenta y tantas páginas de su programa electoral, con las que estoy básicamente de acuerdo. Pero ese no es el objetivo de este blog. Yo voy a votar Izquierda Unida no por desencanto, no porque no encuentre mejores alternativas, no por venganza, no porque quiera castigar a éste o al otro. No.

Yo voy a votar a Izquierda Unida porque tienen un programa en positivo, un programa que quiere ser alternativa al capitalismo reinante, porque sitúan la creación de empleo en España en el centro de toda su política. Voy a votarlos porque quieren unos servicios sociales de todos y para todos, a los que todos tengan acceso, sin condiciones. Tienen mi confianza porque quiere racionalizar el gasto público y reformar el modelo productivo en España, hacia un mejor reparto de la riqueza y una estructura social más justa.

Yo voy a votar a Izquierda Unida porque en su programa abogan por un desarrollo de la democracia en España, por acabar con la corrupción y el amiguismo, por hacer todo los posible por recuperar la memoria de los que lucharon por la libertad y fueron asesinados y represaliados.

Yo voy a votar a Izquierda Unida porque quieren buscar alternativas verdes para una España que viven en un mundo que tiene un problema global, al que todos (especialmente los países más desarrollados) tienen que dar soluciones.

Yo voy a votar a Izquierda Unida porque quieren una escuela en la que todos tengan acceso al aprendizaje y en la que todos se sientan responsables, en la que el alumnado participe y el profesorado sea reconocido.

Yo voy a votar a Izquierda Unida porque, para ellos, la sanidad es un servicio público para todos y no una mercancía, porque quieren unos servicios sociales que luchen contra la pobreza estructural y la situación de los que han sido excluidos, porque ven la vivienda como un derecho y no como un objeto de especulación, porque quieren luchar contra las estructuras sociales que favorecen la injusticia, la segregación, la discriminación.

Yo voy a votar a Izquierda Unida porque quieren una España que luche por un mundo mejor desde la justicia y la paz, y no desde un mal entendido prestigio internacional.

Hoy sale por correo hacia España mi voto. No es un papel; es la esperanza de un futuro mejor para mi gente. Y ese sobre lleva la papeleta de Izquierda Unida porque pienso que, hoy más que nunca, España necesita una política roja y verde, para hacer frente a lo que otros nos han echado encima.

mandag 7. november 2011

Crisis y fascismo en Europa: y España ¿qué?

No me resisto a traducir la entrada que he escrito hoy en mi blogg noruego, aunque sé que puede levantar ampollas entre algunos de mis lectores (o, a lo mejor, porque sé que puede levantar ampollas...).


Muchas veces hemos comparado la crisis económica que vivimos con la que empezó en 1929. Una de las consecuencias de aquella crisis fue el florecimiento del fascismo en Europa. Hoy, Inga Marte Thorkildsen, parlamentaria noruega del SV (el partido en el que yo milito), saca a colación el riesgo que existe de que el las ideas de ultraderecha suban en popularidad en los países del Sur de Europa más afectados por la crisis. No hay ninguna duda de que el riesgo de que estas corrientes políticas aumente en estos tiempos de crisis. Y yo considero que ese peligro es muy especial en España.


España experimenta la crisis de una forma que afecta a una porcentaje muy alto de la población: el aumento del paro. Los datos de la EPA publicados hace unos días no dejan lugar a dudas: hoy hay casi 5 millones de españoles desempleados, aproximadamente un 21,5 % de la población activa. Más de 1,4 millones de hogares españoles tienen a todos sus miembros en el paro. Más del 40 % de los jóvenes por debajo de los 25 años ni estudian, ni trabajan.
Por si esto fuera poco, esto se experimenta justo después de haber vivido unos años de crecimiento económico que trajeron consigo un aumento de la inmigración. No cabe duda de que  la mezcla "crisis + aumento de la inmigración" es el caldo de cultivo ideal para las ideas de extrema derecha.




Pero hay todavía un factor que coloca a España en una posición muy especial en esta problemática: en España no existe un partido significativo de extrema derecha. En la transición de la dictadura a la democracia, los fascistas no consiguieron montar una estructura de partido con fuerza suficiente, y hoy no encontramos en España fuerzas políticas al estilo del Frente Nacional de Francia o del Partido de la Libertad de Austria. ¿Significa esto que no existe la extrema derecha en España? Por supuesto que no. De hecho, lo que se podría interpretar como una ventaja, paradojas, puede llegar a ser un gran problema para la sociedad española.
Existen informes del CÏS que demuestran que aproximadamente el 90 % de aquellos que se identifican con ideas de extrema derecha votan al PP. Quiere esto decir que están incluidos en el partido que seguramente va a ganar las elecciones en España, posiblemente con mayoría absoluta...

No voy a cometer la demagogia de decir que el Partido Popular es un partido de extrema derecha. Pero los cálculos muestran que entre 2 y 3 millones de los votos que el PP va a conseguir el 20 de noviembre, vienen de este medio. Y son votos de los que el PP no puede prescindir si quieren ganar las elecciones. Es por esto que el PP tiene que mantener un equilibrio difícil: tiene que llegar a posiciones de centro para poder ganar las elecciones, pero, al mismo tiempo, tiene que alimentar políticamente a esos 3 millones de votantes. En una situación de crisis, este equilibrio puede ser un juego muy peligroso.




En las pasadas elecciones municipales, tuvimos la situación de Badalona como principal ejemplo: el PP ganó allí las elecciones con un candidato a la alcaldía que difundió mensajes xenofobos durante toda la campaña. Un vistazo a los periódicos que apoyan al PP nos basta para darnos cuenta de que se está radicalizando el debate político y social de la derecha en España. No cabe ninguna duda de que los elementos de la extrema derecha española están cada vez más activos.

tirsdag 1. november 2011

"Verás que todo es mentira..."





"Verás que todo es mentira...". Seguramente te suene la línea. Sí, es el primer verso del estribillo de "Yira, yira", el tangazo que popularizara Carlos Gardel. Unos versos más abajo escuchamos:


Aunque te quiebre la vida
aunque te muerda un dolor
no esperes nunca una ayuda,
ni una mano, ni un favor.


No cabe duda de que queda poco espacio para el optimismo, o para el apoyo de la humanidad o la solidaridad. Este tango se escribió en 1931. Pero si miramos la situación económica que Argentina experimentó a principios de nuestro siglo, suena como si estos verso estuvieran encargados para describirla.

Hace unos días, llegó a mis manos un informe que se llama "The Argentine success story and its implications".
Allí se describe una situación para la que no es difícil encontrar paralelos en nuestros días. En los últimos años de la década de los 90, Argentina entró en una profunda crisis económica. La situación se puede comparar con la que hoy vive Grecia, y la que puede estar en camino en España o Italia. El Fondo Monetario Internacional intentaba dirigir la política económica del gobierno argentino con mano de hierro, y les obligaba a mantener una posición que lo único que hacía era empeorar la situación de la población.

Pero en 2002, el gobierno se dio cuenta de que "todo es mentira", de que no podían esperar "ni una ayuda, ni una mano, ni un favor": se soltaron de la garra del FMI, abandonaron la paridad de su moneda con el dólar, hicieron lo posible para aislar su economía del entorno y trabajaron como si estuvieran solos en el mundo. ¿El resultado? Unos meses más tarde, la economía argentina comenzó a crecer de forma constante. Para este año se calcula un crecimiento del PIB de alrededor del 8 %. Nada desdeñable en los tiempos que corren... 

Cuando se mira la situación de Europa, habría que preguntarse hasta que punto no habría que tomar una solución a la argentina. Da la impresión de que la ayuda que viene de Alemania y Francia, quizás bienintencionada, lo único que hace es empeorar la situación para los que ya lo tenían mal desde antes. Grecia se hunde cada vez más y se lleva consigo a España e Italia. Nadie se atreve a aventurar qué podría pasar con la Unión Europea si estas dos economías caen.

Argentina nos mostró hace 10 años que hay un camino para salir del túnel. Pero hay que asumir riesgos y probar soluciones alternativas. ¿Podría la UE probar hoy esas soluciones? Personalmente, lo dudo. Parece que lo que Alemania y Francia están intentado hoy es salvar un sistema. Se pone en juego mucho prestigio político. Y da la impresión de que el precio que hay que pagar para salvar ese sistema es el estado de bienestar.

El ejemplo de Argentina no es único. Hace unos años, Islandia también transitó caminos alternativos. Y les fue bien. A lo mejor la Unión Europea debería volverse hacia esos países para buscar alternativas. Pero, con toda seguridad, somos demasiado testarudos para hacerlo.


Nace "Alzar la voz"



Varias veces he intentado tomar y retomar un blog en noruego. Es interesante poner en el papel virtual lo que estás pensando, dejar que otros lo lean, y que puedan comentarlo. Y de alguna forma, los temas más cercanos a mi vida están ahora en este país.


Pero tengo mucho contacto con España. Gracias a internet, diría que tengo cada vez más contacto con mis raíces. ¿Por qué no hacer también un blog en español? Está claro que no debería ser un problema para mí, incluso después de 15 años en Noruega, plasmar mis pensamientos en mi lengua materna. A partir de ahora voy a intentar poner artículos dobles, al menos en los temas y las reflexiones que puedan ser interesantes para los lectores de los dos idiomas. Vamos a ver lo que dura esto...


Tú que lees, eres bienvenido a comentar, debatir, discutir. Cuanto más activos, más divertido para todos. Un abrazo desde los fríos del Norte.